No hay nada peor que recibir un mensaje de un cliente molesto. Ver todos nuestros correos electrónicos no leídos puede ser bastante estresante, pero ver un mensaje de alguien insatisfecho, sin duda es aterrador. A todos nos ha pasado en algún momento de la vida, y es que tenemos que aceptar que no todos les gustará nuestro trabajo.
Cuando uno lleva tiempo trabajando con clientes se va dando cuenta de que no todos estarán 100% felices mientras dure la relación profesional, pero afortunadamente con la práctica diaria aprendemos a navegar ciertos contratiempos con un plan.
Al principio de cualquier proyecto es importante dejar claro cada detalle y no dejar nada a la duda, pero aún tomando todas precauciones sé que algunos clientes desafían toda lógica y son difíciles de complacer. En estos casos mantén la calma y sigue leyendo.
Hablando se entiende la gente
Mi mamá siempre dice que hablando se entiende la gente, y la verdad es que a mi me ha funcionado.
Permítele a tu cliente hablar abiertamente sobre sus preocupaciones. Recuerda que a veces todo lo que un cliente necesita escuchar es la validación de sus inquietudes para sentirse mejor acerca de la dirección en la que se mueven las cosas.
Trata de hacer preguntas que te ayuden a comprender mejor su perspectiva. Se que muchas veces convencidos de que tenemos la razón nuestro primer instinto es defendernos, pero en su lugar trata de ponerte en los zapatos del cliente y mantén la mente abierta.
¿Tu cliente está molesto por algo que puedes arreglar rápidamente o es algo más grande como que el producto final no es lo que esperaba? Reduzca la preocupación a algo que tenga una solución factible.
Deja el ego a un lado
Como community manager me han tocado algunos clientes que me piden cosas que en mi sano juicio jamás postearía en mis redes personales, pero así es este negocio. Siempre y cuando lo que hagas no vaya en contra de tus valores y del código de ética ¡Todo se vale!
No lo tomes personal
Encuentren una solución que funcione para ambos
Decide si la sociedad encaja bien
Al igual que las relaciones humanas, las sociedades también fallan. Así como eres libre para escoger tus amistades o tu pareja, sientete con la misma libertad para elegir tus clientes.
Fluye con el proceso
No te sientas mal si las cosas no terminan como querías. Como mencioné antes, una mala experiencia con un cliente no te define como profesional.
Si bien algunos clientes son difíciles de complacer, trata de usar esto como una lección sobre cómo puede aumentar la comunicación o los flujos de trabajo con otros clientes. Sácale provecho a una mala experiencia y analiza si es algo que se puede prevenir en el futuro.
La próxima vez que recibas un temido correo electrónico de alguien que no está tan conteto con tu trabajo, no entres en pánico. ¡Nos pasa a los mejores y no significa que no seas un freelancer increíble! Con buena comunicación y una actitud positiva, puedes convertir esto en una historia de éxito.